Dexametasona tabletas
Cada tableta contiene: Dexametasona 0.5mg.
En la circulación sistémica, la dexametasona se une débilmente a las proteínas plasmáticas, siendo activa la porción no fijada a las proteínas. El fármaco se distribuye rápidamente en los riñones, intestinos, hígado, piel y músculos. Los corticoides cruzan la barrera placentaria y se excretan en la lecha materna. La dexametasona es metabolizada en el hígado originando productos inactivos que son eliminados en la orina. La semivida de eliminación es de 1.8 a 3.5 horas y la semivida biológica de 36 a 54 horas.
Están indicados en el tratamiento de muchas enfermedades, debido a sus efectos antiinflamatorios e inmunosupresores. En la mayoría de las indicaciones, la administración de glucocorticoides proporciona un alivio asintomático, pero no tiene efecto sobre el desarrollo de la enfermedad subyacente. El empleo de estas medicaciones no elimina la necesidad de otras terapias que puedan ser necesarias.
Disturbios del balance de electrolitos se manifiestan en la retención de sodio y agua, con edema e hipertensión, y en el incremento de excreción de potasio con la posibilidad de una alcalosis hipocalcemia. Dosis excesivas de corticosteroides pueden producir el síndrome de Cushing.
Otros efectos incluyen amenorrea, hiperhidrosis, adelgazamiento de la piel, cambios oculares incluyendo un desarrollo de cataratas, disturbios mentales y neurológicos y una necrosis aséptica de hueso.
En niños es recomendable calcular la dosis a 0.024-0.34 mg/kg o 0.66-10 mg/m2 al día, dividida en 4 tomas; pero la dosificación se debe basar en la gravedad del padecimiento más que en la edad o peso corporal.
La dosis debe mantenerse los días necesarios para obtener el efecto deseado, reduciendo paulatinamente la dosis día a día, hasta llegar a la dosis de sostén, que varía entre 0.5 y 1.5 mg en términos generales.
Las tabletas deben tomarse preferentemente después de los alimentos.
En trastornos agudos en los que es urgente obtener un alivio rápido, se pueden emplear dosis elevadas, las cuales pueden resultar indispensables por un periodo corto; una vez que se han suprimido adecuadamente los síntomas, se debe mantener la menor dosificación capaz de proporcionar suficiente alivio sin efectos hormonales excesivos.
Durante los tratamientos prolongados se deben efectuar a intervalos regulares estudios ordinarios de laboratorio, como: examen general de orina, determinación de la glucemia posprandial, medición de la presión arterial y del peso corporal. Si se emplean dosis elevadas, es aconsejable hacer determinaciones periódicas de potasio sérico.